El Museo de Zaragoza se renueva y estrena nuevas salas (las dedicadas al gótico y renacentista, a partir de abril) y nuevo discurso expositivo, con dos ejes principales, Goya y la apertura a nuevos públicos menos habituales a los centros de arte con muestras sobre Arbolé y la Guardia Civil.

Basándose en estas premisas, el director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Nacho Escuín; y el director del Museo, Isidro Aguilera, presentaron ayer la programación anual del museo, que le permite «desperezarse y mostrar su vigor», aseguró Escuín, quien remarcó además que con ella se logra cumplir los deseos del Ministerio de Cultura de hacer sus museos «más abiertos, sostenibles y sociales». Aguilera, por su parte, señaló que el Museo de Zaragoza estaba «estancado» en cuanto al número de visitas, con 60.821 el año pasado, siendo solo un 35% de la capital aragonesa; de ahí que se pretendan otras exposiciones más «lúdicas y sociales».

A mediados de marzo se inaugurará la exposición El dibujo en el gusto privado. Del Renacimiento al Barroco español. Será la primera vez que vengan a Zaragoza dibujos del siglo XVI al siglo XIX, pero «no de fondos de museos públicos» sino de colecciones privadas que «jamás se han visto». Iniciativa del coleccionista zaragozano Félix Palacios, la muestra, organizada por el Gobierno de Aragón con la colaboración de la Fundación Goya, incluye dibujos de algunos de los más renombrados artistas españoles o afincados aquí como Goya, Bartolomé Bermejo, Valentín Carderera, Francisco Pacheco, José de Ribera, Alonso Cano, Bartolomé Esteban Murillo, Claudo Coello, Francisco Bayeu y Vicente Gómez.

También en marzo llegará al Museo de Zaragoza una exposición que es ya «un clásico» ya que se celebra la III Edición del premio Internacional de Fotografía Jalón Angel, que organiza la Universidad San Jorge. Cazadores de imágenes incluirá 36 fotografías de retratos, viajes y, en esta ocasión, un tema especial como es el Centenario de Ordesa.

PIEZAS INÉDITAS

En abril se inaugurarán las nuevas salas dedicadas al arte gótico y renacentista. Son cuatro espacios, en los que ya se está trabajando, que en total sumarán 376 metros cuadrados. Estas salas corresponden a las cerradas con motivo de la apertura del garaje subterráneo de la calle Moret y «ahora aprovechamos el remontaje para dar una imagen nueva y más amable», explicó Aguilera, ya que contarán con colores no habituales, una azul y otra verde.

En estos espacios se expondrán fondos propios que no se han visto antes y otras solo exhibidas en exposiciones temporales. Entre las novedades destacan dos tallas inéditas de Damián Forment: un detalle de un retablo de alabastro y una escultura en alabastro de Santa Ana, la virgen María y el niño; la silla abacial del coro del Monasterio de Veruela. Y en cuanto a los retratos renacentistas, «una época en la que solo se pintaban santos», se podrá ver un óleo sobre tabla del caballero Hugo de Urrués, una tabla de la virgen del Rosario y una selección de vajilla de Muel, todo del siglo XVI. Respecto al gótico, destacan una talla policromada de San Miguel, fechada a finales del siglo XIV, una escultura en alabastro de una Piedad o una lauda sepulcral en bajorerelieve, ambas del siglo XV. Otra de las joyas será un retablo de Blesa, que en esta ocasión «se presentará sin marco, tabla a tabla, lo que hará que se cambie la perspectiva». También variará el discurso expositivo, ya que se sacarán piezas a la entrada para que «sirva de gancho» y atraiga público a las salas.

Goya también será protagonista de la exposición Un joven pintor en formación 1760-1775, que podrá verse del 17 de septiembre al 25 de noviembre y que reivindica al «Goya zaragozano», en todo lo que se refiere a su formación artística y a la primera etapa de su actividad como pintor en la capital aragonesa y en Madrid, después en Roma y nuevamente en Zaragoza hasta su establecimiento definitiva en definitivo en la corte. Comisariada por Arturo Ansón, mostrará piezas inéditas tanto de Goya, como de sus coetáneos para dar a conocer a un «Goya íntimo y cercano», que viajará a Nueva York en el 2020.

La idea de abrir el Museo de Zaragoza a los ciudadanos se hará efectiva con dos exposiciones, que atraerán a «nuevo público».

UN «ÉXITO SEGURO»

Desde mediados de mayo ocuparán las salas del centro la exposición Pasado y presente de la Guardia Civil: 175 años comprometidos con la sociedad, que incluirá uniformes, armas, y hasta vehículos, audiovisuales con la historia de la Guardia Civil. Isidro Aguilera vaticinó que esta exposición será un «éxito», como también lo fue, su precedente, una exposición sobre el aniversario del atentado de la Casa Cuartel de Zaragoza.

Y para atraer a los más jóvenes, menos habituales a los museos, en diciembre se inaugurará Seguimos rodando el mundo, con motivo del 40 aniversario de la compañía zaragozana Teatro Arbolé, que incluirá no solo teatro sino que también se expondrán muñecos, escenografías de grandes artistas contemporáneos, objetos de la compañía de teatro de títeres; y se complementará con actuaciones y actividades familiares.