Lo mismo en otras partes

Dentro de una cueva se hacina un importante número de cadáveres. Algunos de ellos todavía sujetan en sus manos las armas y todos siguen vestidos, por lo que podemos suponer que su muerte se ha producido hace poco tiempo. Las posturas de los cuerpos descontrolados y las expresiones de los rostros, en algún caso con la boca abierta, acentúan el horror de la escena. Se trata de un ambiente espectral en el que los cadáveres aún no han sido descubiertos.

Goya emplea con profusión el aguafuerte en esta estampa. Traza líneas cortas y horizontales que le sirven para captar la gran roca que se ubica en el lado derecho del grabado y que sugiere la cueva.

Este grabado continúa lo que se representa en las estampas nº 21, Será lo mismo y nº 22, Tanto y mas en las que los cadáveres son los protagonistas, despojos humanos carentes de dignidad.

El artista ha recurrido a una cueva tal y como hace en otras obras, como por ejemplo aquellas en que representa a los caníbales, Caníbales preparando a sus víctimas, o como la que emplea para albergar a los gitanos en el cuadro titulado Cueva de gitanos. En estos casos este espacio sirve para crear un ámbito espacial diferente que alberga al hombre y le protege incluso en el caso de los antropófagos. Sin embargo, en el grabado que aquí nos ocupa, la cueva no ha protegido a todos aquellos que ahora yacen muertos.