Camino de los infiernos

Escena de ambiente demoníaco, que se ha relacionado tradicionalmente con el dibujo goyesco Escena infernal (ca. 1819, British Museum), preparatorio de una litografía titulada también Escena infernal (1819, Biblioteca Nacional). Aunque aquí los detalles de la composición son distintos y abundan más las figuras en escorzos forzados, el tono infernal es el mismo. Los personajes principales están rodeados por una amalgama de diablos, diablesas, espectros y horribles perros, como los que describió al respecto de Escena infernal Valentín Carderera en 1860.

Sobre un fondo oscuro y de tinta diluida, se amontona un ramillete de cabezas con rasgos grotescos, que parecen a punto de ser engullidas por unas virulentas llamas en el extremo derecho de la composición. Esta hoguera actúa como la fuente de luz que destaca a las figuras en primer plano: en el centro, y de espaldas al espectador, un súcubo con negros cuernos parece arrastrar a dos caídos en desgracia. Uno de ellos es una mujer de gesto horrorizado que tira del cuero cabelludo de otro condenado, casi arrancándole el rostro. Esta figura masculina extiende sus piernas hacia el extremo superior izquierdo de la composición, subrayando la idea de movimiento de la escena. Gassier señala que en el centro de la hoja todavía se observan unos pliegues que evidenciarían que Goya había intentado reportar el dibujo sobre la piedra litográfica, aunque no se conserva ninguna estampa basada en este Camino de los infiernos.