Baile campestre (boceto)

Véase el análisis artístico de esta obra y su pareja, Majos merendando.

El caso concreto de Baile campestre como supuesto boceto de El baile a orillas del Manzanares nos hace recordar que, ciertamente, parece que existieron dos bocetos para ese cartón, y lo sabemos gracias a una de las cartas que Goya escribió a su buen amigo Martín Zapater, en la que le habla sobre un incidente con el boceto "antiguo" y el arquitecto Sabatini. Le decía que iba a enviarle ese boceto "que por inútil se quedó", por lo que se ha deducido que hubo de existir un boceto moderno para sustituir al arruinado. Años más tarde el sobrino-nieto de Martín Zapater, Francisco, escribía en las noticias biográficas de Goya sobre el boceto y decía que "dicho borrón que poseo y ha sido calificado por el Sr. Haess, representa un baile en la ronda: en el fondo se destaca el templo de San Francisco el Grande". Por este último detalle sabemos que no puede ser que el boceto antiguo se corresponda con la obra que nos ocupa, donde no aparece ni rastro del citado templo.