Cabeza de viejo dormido

Véase ¡Ay! ¡Ay! ¡Que me canso!

Apunte muy expresivo que representa el rostro de un anciano dormitando. Con apenas unos trazos se han recreado el ralo cabello hacia atrás, los párpados hinchados o la blanda boca sin dientes, que se abre en el respirar del sueño con los labios hundidos. El cuello del abrigo y el pañuelo se han creado con apenas dos pinceladas continuas, ejecutadas con la misma concreción gráfica del resto del dibujo. La sensación de inmediatez que transmite es enorme y se ha comparado con el acierto de otros bocetos de Goya. Así, Manuela B. Mena comenta que, indudablemente, es un apunte del natural y que posee las mismas medidas totales y de distancia entre las líneas del verjurado del papel que el dibujo Cabeza de agonizante, también en el Museo del Prado, por lo que ambos podrían formar parte del mismo cuaderno de apuntes.

Gassier y Wilson catalogaron provisionalmente el dibujo dentro del grupo de dibujos Goya / Weiss. Actualmente el Museo del Prado lo considera obra atribuida a Goya.