Valentín Bellvís de Moncada y Pizarro

Goya representa al joven aristócrata Valentín Bellvís de Moncada y Pizarro vestido con el uniforme de capitán general del Ejército de Tierra. La figura, de tres cuartos, aparece de pie en pose confiada y las manos reposadas sobre su bastón y con el borde de la chaqueta ligeramente retirado para revelar la empuñadura de su espada, símbolo de su profesión. Logra así en este cuadro captar la energía y el espíritu del retratado. Sus ojos marrón oscuro bajo sus cejas pobladas, miran directamente al espectador como si estuviera en conversación con él.

Goya crea un claro contraste entre la ropa blanca del joven oficial, el fajín rojo y el puño negro que cuenta con dos elementos que le identifican como brigadier de Infantería; éstos son las tres franjas plateadas y la hoja de roble, única decoración de la escena. Además, la pincelada suelta empleada en el uniforme le da esa sensación de indefinición a este y atrae la atención del espectador hacia su rostro más claramente definido.

Para resaltar el volumen del cuerpo utiliza un fondo neutro formado por diferentes tonos de verde oliva: más claro alrededor de la cabeza y más oscuro en torno al uniforme, formando una sutil diagonal.

Estilísticamente vemos similitudes con los retratos del duque de Alba pintados entre 1795 - 1796, ya que los detalles del rostro fueron pintados con la misma luz y refinamiento que los que se aprecian en este de Valentín Bellvís.