Vínculos indisolubles

Gassier relaciona este dibujo con los que componen el Cuaderno E de Goya, llamado también Álbum de bordes negros porque los dibujos van encuadrados con una línea de encuadre que, en este caso también existe pero constriñe la composición a un campo cuadrangular a diferencia de las obras del Cuaderno E, donde las figuras tienen espacio a su alrededor para moverse. El tamaño de la hoja, por otra parte, es sensiblemente más pequeño.

Los tres personajes protagonistas se inscriben en una forma piramidal que refuerza la armoniosa composición de la escena. Un anciano de torso desnudo y un hombre que apenas entrevemos están atando a una joven desfallecida a un árbol. Los senos al aire y su cabeza desfallecida hacia atrás subrayan la indefensión de la joven víctima. Sus miembros desmadejados transmiten una blandura que contrasta con la enérgica fuerza de los raptores. El fondo está realizado a base de trazos horizontales con el lápiz, mientras que las figuras y el árbol están elaborados a la aguada, con mayor densidad en las zonas en sombra. El juego de luces y sombras, sabiamente distribuidas, destaca el diálogo corporal de las figuras y la vulnerabilidad de la mujer.