Consulta médica (H.17)

Véase El cántaro roto (H.1).

Escena protagonizada por dos figuras voluminosas y grotescas agachadas que representan una consulta o visita médica. En primer plano, el personaje situado a la izquierda inspecciona con detenimiento, como si de un experto médico se tratara, el rostro de la figura de la derecha. Ambos poseen rostros de rasgos deformes y arrugados, de expresión poco inteligente. Tienen enormes dientes, ojos diminutos y narices simiescas. El supuesto galeno, que viste una especie de hábito o capa de viaje oscura, tiene una mirada escrutadora que contrasta con la del paciente, que se presta inocentemente al examen. Este último viste una especie de chaleco oscuro sobre ropajes más claros. En un segundo plano, a la derecha de la composición, tras un arcón con cerrajas, Goya ha incluido a dos sonrientes figuras de similar fisonomía a la de los protagonistas, con trazos muy suaves.

El tratamiento expresivo impreso a los personajes, que tiende a la caricatura, el contraste del claroscuro y los elementos del segundo plano indican que la finalidad de la escena es eminentemente satírica, hacer mofa de los conocimientos médicos de los grotescos “falsos doctores”. Al respecto de la intención satírica que parece inspirar este dibujo, Valeriano Bozal habla del tratamiento grotesco con que Goya suele representar la vejez, de modo que a menudo sus “viejos” ven su género difuminado. Así, la figura del “médico” o, quizá, fraile, es un hombre, mientras que aquella a la que atiende posee una apariencia más ambigua.