Despierta inocente (C.112)

Véase Por no trabajar (C.1).

Un preso, dentro de una celda con poca luz, está tumbado en el suelo durmiendo, como confirma la leyenda que acompaña al dibujo. Parece una masa sombría dentro de la celda. Está tendido con la cabeza hacia abajo, que apenas se intuye por el uso de una aguada muy cargada, salvo el cuello y la barbilla, en los que existen toques de luz. Lleva grillos en los pies.

La tinta china la emplea Goya para los sillares del muro de fondo y las tintas parda y de bugalla para el cuerpo del hombre. El dibujo queda delimitado por la aguada, conformándose como una ventana cuadrangular dentro de la hoja de papel. Gassier precisa que este recurso, muy habitual en el Cuaderno B o Cuaderno de Madrid, resulta aquí, en el Cuaderno C, excepcional.

López-Rey destaca el efecto perspectivo de gran profundidad logrado por Goya en este dibujo, basado en la combinación de las líneas de las losas del suelo y de los sillares del muro de fondo.

Este dibujo del Cuaderno C forma parte de la subserie general de 29 dibujos correlativos (C.85-C.114) dedicados a presos y torturados por el Santo Oficio.