Fraile dibujando con un compás (H.37)

Véase El cántaro roto (H.1).

Un fraile sentado de perfil se encuentra practicando el dibujo con compás sobre unas hojas que apoya sobre sus rodillas. Goya plasma perfectamente el momento de intensa concentración del fraile, cuya mirada permanece fija en las cuartillas con la boca entreabierta, gestos que sugieren la torpeza con la que se maneja con el compás. Gassier ha señalado las evidentes similitudes con el dibujo Fraile flotando por el aire (H.32) (enlazar), tanto por el tema como por el tratamiento esencial que da a la escena y a la figura del monje, desprovistos de detalles secundarios. La atención se fija en el perfil del aplicado protagonista, en los pliegues sombreados de su hábito, en su puntiaguda capucha, y en los contornos nítidos que, para Bozal, demuestran la enorme seguridad del trazo y el dominio del lápiz litográfico que despliega Goya en estos cuadernos bordeleses.