Mujer ayudando a un enfermo a beber (H.24)

Véase El cántaro roto (H.1).

Entre la variopinta selección de temas tratados por Goya en los cuadernos de Burdeos, Ilatovskaya cree identificar una serie de escenas de aire más sentimental, de evocadora domesticidad, en acusado contraste con otras escenas protagonizadas por prisioneros, locos o peleas. Así, Mujer con dos niños (H.43) o Mujer joven con un niño en brazos (H.49) muestran intimistas escenas de maternidad, mientras que El cántaro roto (H.1) tiene un tono más bucólico. Este dibujo representa un episodio de espíritu similar, en el que dos figuras aparecen en un interior, quizá un dormitorio en el que una de ellas ejerce de cuidadora del segundo personaje, identificado por Gassier como otra mujer de avanzada edad. Ésta última, queda en penumbra y bebe de un tazón que sujeta con ambas manos, ofrecido por su enfermera en un platillo. Goya sombrea delicadamente las zonas en torno a las manos y platos para hacer hincapié en este preciso y universal gesto de ayuda. Apenas vemos el rostro de perfil de esta buena samaritana, que lleva el pelo recogido en un pañuelo anudado y ocupa la parte central del papel. Es una auténtica mancha de luz en medio de la escena, donde el juego de volúmenes tiene un papel más importante que el dibujo de los contornos a la hora de crear la composición. El entorno aparece apenas insinuado con unos drapeados al fondo, que podrían corresponder al lecho del que se ha incorporado la persona convaleciente. Ya sea inspirado en una visión directa o como recuerdo reelaborado del pasado, el tema central del dibujo parece simplemente el de los cuidados inspirados por la caridad y la compasión.