No lo encontrarás (C.31)

Véase Por no trabajar (C.1).

En este dibujo aparece una escena con un hombre de pie que, según Gassier, sería una representación de la célebre anécdota atribuida al filósofo griego Diógenes. Según él, el dibujo nos presenta al filósofo, como otros personajes, casi sin cara, con los rasgos borrados por el pelo áspero y duro, que también caracteriza a los mendigos que Goya representa. Lleva una linterna en la mano con la que busca a los hombres y solo encuentra a su sombra. La leyenda que acompaña a la escena y que le da título remacha el mensaje de una manera cómplice y escéptica. Sin duda, en esta obra Goya exprimió todo el escepticismo al que había llegado ya en su madurez.

López-Rey cree que Goya establece una relación entre este personaje y los modernos monjes, por la manera de abstraerse del mundo. Parece representado como un hombre incapaz de disfrutar de la vida si no es consigo mismo.