Tormento de la garrucha (F.56)

Véase Muerta de hambre (F.1).

Es la única escena de tortura del Cuaderno F. Un hombre es sometido al tormento de la garrucha o estrapada. El condenado era atado por las manos, elevado y dejado caer violentamente sin llegar al suelo, lo que provocaba fracturas e intensos dolores en las extremidades superiores. En algunas ocasiones se colocaban pesas en los pies para que la sacudida fuera  más violenta. La garrucha fue una modalidad de tortura aplicada por la Inquisición.

En el dibujo, los dos verdugos, uno a cada lado del torno, manejan con esfuerzo la máquina para elevar al reo y dejarlo caer. El cuerpo retorcido de la víctima y su expresión de dolor ponen en evidencia la brutalidad que padece. El mismo tipo de tortura había sido representado por Jacques Callot (1592-1635) en una de las estampas de la serie Grandes miserias de la guerra, quizá conocida por Goya.

Stepanek relaciona la escena con un dibujo del Cuaderno C titulado ¿Te conforma? (C.97), en el que Goya representa también ese sencillo instrumento de tortura que era la garrucha, que asocia a las prácticas de la Inquisición.