Borrico que anda en dos pies (G.20)

Véase Se hace militar (G.1).

El título puede ser una descripción directa del protagonista de la escena: un asno amaestrado que se yergue sobre sus dos patas en un escenario y se mantiene en equilibrio no sin esfuerzo. Una muchedumbre formada por rostros apiñados, que configura una franja horizontal en la parte inferior, lo contempla y celebra su hazaña. Algunos ríen grotescamente y tienen un tratamiento menos realista que el animal, consiguiendo transmitir el bullicio y la expectación del momento y las diferentes reacciones de los rostros.

En 1973 Gassier consideraba el dibujo como el primero de una serie dentro del álbum en los que recogió espectáculos, fenómenos y curiosidades circenses de la Feria de Burdeos. Sin embargo, Wilson (2001) cree que esta escena no estaría exenta de todas las connotaciones peyorativas -como la estupidez y la pretensión humana- que Goya propone en diversos dibujos y grabados, donde es muy frecuente la iconografía del burro humanizado o intercambiando sus roles con seres humanos. Así, dos pollinos aparecen vestidos como personajes de importancia en el Cuaderno B, en el dibujo Conócelos el aceitero (B.93) y también figuran en los Caprichos, en estampas como Capricho 39. Asta su Abuelo. Una interpretación que tiene sentido en esta escena, en la que el borrico casi compite en dignidad con el público que lo acompaña. Técnicamente, Goya ha jugado con la precisión del claroscuro, con la que ha reproducido la anatomía musculosa del animal, frente al tratamiento más suelto dado a los espectadores.