El diablo los junta (H.57)

Véase El cántaro roto (H.1).

Los dos cuadernos de dibujos ejecutados por Goya en Burdeos (1824-1828) incluyen un buen número de escenas enigmáticas cuyo significado ha sido múltiples veces interpretado por los especialistas. La aparición de un íncubo de rasgos diabólicos en El diablo los junta recuerda al imaginario de brujas y criaturas nocturnas habitual en Goya. Un hombre sin camisa, de rostro anciano y cansado, aparece atrapado por una mujer, que le deja inerme, sujetándole los brazos a la espalda. Las piernas del hombre se extienden en el suelo sin prestarle apoyo. Ella se muestra sonriente y le abraza con fuerza. Sobre ellos se ha posado el horrible íncubo, con cuernos y alas desplegadas, que propicia la unión. Gassier ha interpretado el episodio como una advertencia contra la lujuria, simbolizada por ese diablo alado. Para Jonathan Brown el significado del dibujo no está tan claro y explica que, como ocurre con sus Caprichos, muchas obras del autor aragonés están planteadas sin un significado cerrado, y permiten muchas lecturas posibles. Formalmente, el dibujo se asemeja a los de la mayor parte del Cuaderno H, con un grupo monumental de figuras que se recorta sobre un fondo neutro, apenas insinuado, dando protagonismo al claroscuro.