Hombre con un mosquetón (H.29)

Véase El cántaro roto (H.1).

Escena que repite el tema del hombre armado con un mosquetón o trabuco y que, aunque recurrente en la obra gráfica de Goya, tiene dos precedentes inmediatos en el primer cuaderno de Burdeos: Aquí algo ha de haber (G.56) y ¿Quién vencerá? (G.58).

En un ambiente campestre aparece un personaje que Gassier identifica con un bandido o con un rudo montañés. Su expresión y apariencia es tosca, con larga barba y cabellos hirsutos. Va bien pertrechado de armas, como muestra la vaina de una larga espada o sable que asoma por debajo del capote, hacia la derecha. Como ocurre con otras escenas del álbum, las amplias zonas en sombra ocultan varios arrepentimientos con respecto al dibujo original. De hecho, tras el personaje principal se distingue otra figura masculina entre lo que parecen unos matorrales, que podría tratarse de un compañero de partida. Un poco más adelante en el mismo Cuaderno H se encuentra El embozado (H.31).