Muerte de Absalón

Esta página del Cuaderno italiano está ocupada en su totalidad por un magnífico dibujo a lápiz negro de factura muy acabada, composición compleja, fuerte dramatismo y enorme expresividad. En él plasmó Goya, demostrando sus grandes dotes como dibujante, un tema bíblico de notable dificultad: la muerte de Absalón, tercer hijo de David, que era conocido por su larga cabellera, la misma que quedó enredada al pasar a caballo por debajo de una encina durante una batalla, hecho que fue aprovechado por sus enemigos para darle muerte con tres dardos que le atravesaron el corazón. Precisamente, el dibujo goyesco nos muestra a Absalón colgado por la cabellera de un enorme árbol cuyo tronco atraviesa en diagonal el primer plano de la composición. El personaje bracea e intenta zafarse pero no puede evitar ser asesinado mientras su caballo encabritado huye hacia el fondo, donde se vislumbra una ciudad que incluye una estilizada pirámide inspirada en la romana de Cayo Cestio, ya utilizada por Goya en su dibujo de la Expulsión de Agar e Ismael de la página 35 del Cuaderno italiano, también de tema bíblico, y en su pequeña pintura romana del Sacrificio a Vesta (1771).

Según señaló Manuela B. Mena, la composición del dibujo de la Muerte de Absalón recuerda a la de la pintura del mismo tema del artista italiano Luca Giordano (1634-1705) fechada hacia 1695 y perteneciente a la Colección Real (conservada actualmente en el Real Sitio de Aranjuez), la cual fue copiada por Corrado Giaquinto (1703-1766) en 1765, sirviendo además de modelo, años después, para un cartón para tapiz de José del Castillo (1737-1793), pintor muy vinculado a Goya a partir de 1775, tras la llegada de este a Madrid, pues ambos se dedicaron intensivamente a elaborar cartones para tapices por encargo real. Goya tomó probablemente como referencia la pintura de Giordano, o quizá la copia de Giaquinto, pero, como era habitual en él, no reprodujo literalmente la composición, sino que la dispuso invertida y varió el fondo por completo, ocupado en su dibujo, como ya se ha indicado, por una ciudad hacia la que huye el caballo encabritado del protagonista. Más difícil es determinar la cronología, que podría situarse hacia 1771, en el periodo final de la estancia italiana, como propone el Museo Nacional del Prado, pero también hacia 1775 dada la estrecha relación existente con el ámbito artístico madrileño.

Como dato curioso, cabe señalar que en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) existe una reproducción invertida de este dibujo, realizada probablemente mediante la técnica de la fotocincografía pero utilizando papel antiguo y deteriorado con el fin de hacerla pasar por dibujo original, algo que se logró hasta época muy reciente, en que se constató que se trataba de una reproducción exacta de factura antigua (siglo XIX) cuya realización habría que vincular con la familia Sureda, propietaria del Cuaderno italiano en Palma de Mallorca durante el siglo XIX.