También aquí hay amores (C.74)

Véase Por no trabajar (C.1).

Cuatro personajes se agrupan en un espacio que parece estar al aire libre. Realmente, Goya no da muchas pistas sobre dónde tiene lugar la reunión y, de entre todos los individuos, solo podemos distinguir a una mujer en el centro. No vemos el rostro de ninguno más. En primer término, a los pies de uno de los personajes, vemos una sartén, pues posiblemente se dispongan a comer. Resulta difícil individualizar las figuras, ya que los trazos son rápidos, bastante gestuales.

Gassier sigue a López-Rey en su análisis de la obra cuando este considera que hace pareja con el dibujo precedente, titulado No la engañas (C.73), pues los dos hablarían del amor: el anterior  de los amores de ciudad y este de los amores de campo. López-Rey ve también en el dibujo ciertos retoques hechos a su juicio por la mano de Rosario Weiss, pupila de Goya, y por ello establece una cronología para el mismo que oscilaría entre 1821, fecha de los primeros ensayos de esta, y 1824, cuando Goya marcha a Francia.