En 1924, Goya obtuvo el permiso de Fernando VII para realizar una cura de aguas en Plombières (Francia). En junio de ese año viajó a París desde Burdeos para estudiar e investigar la técnica de la litografía y allí permaneció durante dos meses. En la capital francesa residían en aquel momento allegados suyos como la condesa de Chinchón, el duque de San Carlos, la marquesa de Pontejos o Joaquín María Ferrer.

Goya se instaló en el Hotel Favart, frente al Teatro de los italianos, con Jerónimo Goicoechea, un joven primo de su nuera Gumersinda. Durante su estancia parisina visitó el Louvre y numerosos monumentos y pasó gran parte de su tiempo paseando por lugares públicos.

Usamos cookies propias y de terceros para mejorar su navegación. Si continua navegando consideramos que acepta el uso de cookies.