Coche barato y tapado (G.25)

Véase Se hace militar (G.1).

La escena representa, como es habitual en este mismo cuaderno, un momento de la vida cotidiana captado por Goya. En este caso, una figura de un hombre empujando una carretilla cuyo contenido está cubierto por una lona. La composición es piramidal, pues el personaje aparece de frente, avanzando hacia el espectador, con evidente gesto de esfuerzo y casi oculto por el enorme bulto que transporta, ocupando casi totalmente la parte inferior del dibujo. Por el lado izquierdo asoma la pierna del carretillero, que tiene que ladearla para guardar el equilibrio. El claroscuro es utilizado para enfatizar el volumen y evidente peso de la carga, mientras que la figura humana está trabajada con trazos más cerrados y oscuros. Unas sombras bajo la carretilla crean cierta profundidad espacial. En un segundo plano, a la derecha de la escena, hay tres figuras bajo una arcada algo encorvadas y embozadas, que parecen observar complacidas el transporte. Están representadas con apenas unos trazos y casi fundidas en un mismo bloque. Para Gassier, el tema en sí mismo no justificaría que Goya lo incluyera en la serie dedicada a medios de locomoción curiosos o sorprendentes. Aquí, a diferencia de otros dibujos de este grupo, como Paseo (G.26) o Mendigos que se llevan solos en Bordeaux (G.29), resulta difícil distinguir un significado concreto, aunque podría estar relacionado con una supuesta falta de compasión por parte de los espectadores ante las dificultades del carretillero, según Cámara, quien también recuerda que el término “coche”, que figura en la leyenda del dibujo, servía en época de Goya para denominar a un tipo de vehículo de cuatro ruedas, de tracción animal, por lo que su uso en este caso sería una clara ironía por parte de Goya.