Paseo (G.26)

Véase Se hace militar (G.1).

La escena corresponde a uno de los dibujos del Cuaderno G de Burdeos en los que Goya representa curiosos medios de locomoción que descubre en sus estancias parisina y bordelesa. Goya representa en cuatro de ellos sillas de respaldo o de espaldas, utilizadas para el transporte de un solo pasajero. Al igual que en el resto, el porteador de la silla de espaldas es un tipo popular, vestido con ropa de trabajo y un gran sombrero de ala ancha para protegerse del sol. En este caso, se ha enfatizado su postura, encorvado y con las piernas abiertas firmemente apoyadas en el suelo para soportar su pesada carga. Si en Diligencias nuevas… (G.24) el porteador está de espaldas y vemos en primer término la silla, aquí Goya ha introducido una variante en la composición de la escena, pues el personaje masculino se muestra de frente y se gira para escuchar las instrucciones de la dama a la que transporta, quien asoma el torso por la portezuela de la caja, descubriendo su rica vestimenta y tocado. Ilatovskaya considera el diálogo forzoso entre estas dos figuras tan distantes, como una muestra de la preocupación de Goya por las difíciles relaciones entre esposos, hombre y mujer unidos en un infeliz e indisoluble matrimonio, y la compara con el dibujo Mal marido (G.13), o con el Disparate desordenado. Por el contrario, Galassi hizo de la citada Diligencias nuevas…, muy similar a esta, una lectura crítica de las diferencias sociales y de clase entre el porteador y su carga.