Muchas viudas han llorado como tú (C.104)

Véase Por no trabajar (C.1).

Una mujer y una niña caminan por la calle. La mujer llora y se seca las lágrimas con un pañuelo, mientras la niña le mira atenta y levanta los brazos para consolarla. Al fondo vemos una puerta y sobre esta el emblema de la santa Inquisición, gesto audaz por parte de Goya, que había tenido problemas con el Santo Oficio en el pasado y que podría haberlos vuelto a tener de haberse conocido este dibujo.

Al ver este dibujo lo que se deduce es que la mujer llora la muerte de su esposo a manos de la Inquisición. Mediante la leyenda que acompaña a la escena Goya se dirige directamente a ella para consolarla, pero también para resaltar que el suyo no es un caso aislado, sino una terrible realidad muy habitual. En ese sentido, la obra se relaciona temáticamente con otro dibujo del Cuaderno C, el titulado Muchos han acabado así (C.91) (1.3.86., enlazar).

Este dibujo del Cuaderno C forma parte de la subserie general de 29 dibujos correlativos (C.85-C.114) dedicados a presos y torturados por el Santo Oficio.