Muchos han acabado así (C.91)

Véase Por no trabajar (C.1).

Este es el séptimo dibujo del subgrupo de 8 dibujos correlativos (C.85-C.92), correspondientes a exposiciones públicas o ejecuciones de condenados por la Inquisición, que se incluye en el Cuaderno C como parte de una subserie general de 29 dibujos correlativos (C.85-C.114) dedicados a presos y torturados por el Santo Oficio.

En este caso la escena representada por Goya es un ajusticiamiento por garrote, tema recurrente en su obra, pues lo plasmó en varias ocasiones, como en la estampa El agarrotado (ca. 1778-1785). En concreto, vemos al ajusticiado de perfil, sujeto al garrote, con dos personas alrededor: un monje, que parece darle la extremaunción, y el verdugo, que está accionando el instrumento para quitarle la vida. El condenado tiene una cruz entre las manos como es habitual en este tipo de representaciones. Al fondo, oscurecido por la aguada parda, intuimos el nutrido público que llena la plaza donde tiene lugar el ajusticiamiento. Por contraste, destaca la luminosidad del verdugo y el ajusticiado.