Comer mucho (¿G.55?)

Véase Se hace militar (G.1).

Una figura masculina con los pantalones bajados, que podría tratarse de un fraile por su cabeza tonsurada, apoya el trasero desnudo sobre un retrete que se ubica en el lado derecho de la escena. Con los ojos cerrados y rostro adusto y concentrado, parece poco satisfecho con el resultado de su esfuerzo; todo lo contrario que la burlona figura secundaria que parece divertida observando el interior del retrete. Este espectador aparece perfilado sobre la penumbra del fondo de la escena con nítidos trazos del lápiz litográfico, que también perfilan al personaje principal y matizan los detalles del rostro y los pliegues de las vestiduras. El claroscuro ayuda a potenciar la plasticidad de la composición del dibujo, en el que la redondez de las nalgas compite con la de la cabeza. Aunque Goya inscribió una leyenda inicial de la que sólo puede leerse c…, la leyenda definitiva Comer mucho alude a la glotonería, el punto de partida inicial de tan escatológica puesta en escena.

Aunque el tema parece explicarse por sí mismo, se han apuntado varias interpretaciones que van más allá de su significado más aparente y que están relacionadas con la crítica caricaturesca de los vicios humanos, una constante en la obra gráfica y pictórica de Goya. Así, Lorenzo de Márquez explica la iconografía de este dibujo como continuación de un tema recurrente en la imaginería profana de la Baja Edad Media, el hombre evacuando el vientre como símbolo de la naturaleza prosaica del hombre, pero también de su lujuria. En fin, se estaría aludiendo al apetito desenfrenado en todos los órdenes, gula y lujuria, con el fin de satirizar los excesos materiales de la vida del clero regular. Otros estudios creen encontrar en la tradición emblemática una fuente de inspiración para este dibujo, como es frecuente en la obra de Goya. Es el caso de John F. Moffit, quien apunta a un emblema contra la glotonería incluido en la edición de 1621 del Emblematum liber de Andrea Alciato (1531). Sin embargo, Johnatan Brown, descarta totalmente estas lecturas eruditas y relaciona la obra con diversos dibujos de Goya en los que satiriza la glotonería, como ¡Qué desgracia! (C.21), Comer bien, beber mejor y dormir, holgar y pasear (C.77), El glotón (F.64) o Religioso comiendo de un barreño (H.63). Frente a estos, Comer mucho posee un tono escatológico también presente en el dibujo Aldeano en el campo remangándose los calzones.