Disparate de carnaval

Escena de carnaval en la que un grupo de personajes viste de manera apropiada para la celebración. Sus propios rostros son máscaras carnavalescas con muecas y gestos retorcidos.

En el extremo izquierdo de la composición un hombre, con atuendo festivo, apunta o empuja a un canónigo con nariz de pico y bigote. Otros dos hombres, en primer término, encogidos y maniatados en sus trajes, se hablan o gritan encaradamente. El de la derecha presenta un tercer ojo en su mejilla. A su lado, un majo de espaldas, con redecilla y capa terciada, que podría simbolizar a España, observa el espectáculo que se desarrolla ante él. En el fondo hay tumbado un personaje que parece francés. Detrás de él se advierte un conglomerado de figuras humanas, animales y seres de expresión bestializada. También se alza, por encima del grupo, un encapuchado subido a unos largos zancos.

Se desconoce el significado de esta estampa. Se ha querido ver un trasfondo político. Tal vez, se represente un acontecimiento diplomático como el Congreso de Viena o la entrevista de la familia real española con Bonaparte en Bayona, por lo que sería una imagen de la situación política universal tras la caída de Napoleón. Los dos personajes del centro están maniatados por culpa de poderes superiores o por su propia lascivia, dando un sentido erótico a la estampa. También se puede interpretar como una sátira contra la hipocresía social, que lleva a la gente a mostrarse como lo que no es, algo que ya denunció Goya en el Capricho 6. Nadie se conoce, aunque en este caso el tono es mucho más sombrío e inquietante. En cualquier caso, el tema del carnaval fue muy popular en el arte del siglo XVIII, representándose como una ocasión alegre. En el arte popular español las escenas de carnaval se usaban como vehículo moralizador y tal vez esa fuera la intención de Goya. La estampa se convierte en un reflejo de espejo en el que se mira el espectador, que observa su lado oscuro y grotesco. De este modo nadie escapa al ingenio de Goya.

La estampa destaca por cierta finura en el aguafuerte. La luz se distribuye de manera inteligente en fuertes manchas de claridad que dan relieve a las figuras.