La lectura

Una mujer sentada lee un libro, mientras dos muchachos la escuchan atentamente agachados a su lado. Uno de ellos apoya el mentón en su puño en actitud de concentración.

La composición es cerrada en arco, concentrándose la luz en la figura de la lectora y contrastando suavemente con el resto en sombra. La oscuridad es mucho más intensa en la zona de la derecha, aclarándose gradualmente, utilizando el rascador, hacia la izquierda sobre la cabeza de los dos muchachos.

Es la primera vez que Goya introduce el uso del lápiz litográfico, para poder crear una composición en claroscuro, para lo que se precisaba que la piedra fuera graneada de distinto modo según lo que se pretendiera conseguir, pues el grano facilita las diferentes intensidades de color.

El resultado de esta litografía no fue satisfactorio, pues en el establecimiento de Cardano no se disponía de grano fino con el que obtener negros intensos. Goya intentó conseguir el negro deseado valiéndose del pincel, aunque el resultado no fue el esperado, quedando una estampa algo deslucida.

En esta escena íntima se ha identificado a los personajes con Leocadia Weiss y sus hijos, Guillermo y Rosario.