Mujeres sorprendidas por soldados

En varias de las series de estampas (Copias de Velázquez, Caprichos y Tauromaquia) que Goya elaboró a lo largo de su trayectoria, se produjeron casos de dibujos preparatorios que luego no fueron incluidos en la serie definitiva, aún cuando algunos de ellos tenían huellas de haber sido transferidos a la lámina a través del tórculo. Es el caso de ocho dibujos de tema bélico ejecutados en relación con los denominados Desastres de la Guerra (1808-1814), que evocaban los trágicos sucesos de la Guerra de la Independencia y que, finalmente, no fueron incluidos en la serie definitiva. De hecho, Gassier y Wilson ya advirtieron que cuatro de ellos ostentan marcas reveladoras de haber sido reportados sobre planchas de cobre pero no se conoce ninguna prueba. La sanguina es el principal material en la elaboración de los dibujos preparatorios de los Desastres y ésta es, en efecto, la técnica seguida en estos dibujos adicionales. Así, en Mujeres sorprendidas por soldados, encontramos un ejemplo de dibujo que sí fue reportado, como prueban las marcas dejadas por el cobre, pero del que no se ha conservado ninguna prueba.

La composición es muy similar a la de otro dibujo titulado igualmente Mujeres sorprendidas por soldados. Sobre lo que parece un tejado, un grupo de mujeres refugiadas ha sido descubierto por un par de sonrientes soldados enemigos, que asoman por un arco de las construcciones que enmarcan la escena. Una anciana dispuesta en el centro de la composición parece rogar clemencia con las manos abiertas. A la vez, una madre del grupo central aprieta contra su pecho a su hijo de corta edad. En primer plano, otra joven mujer, vestida con una especie de camisón blanco que deja ver sus senos, huye despavorida hacia la izquierda. El pánico y la agitación del momento han sido reflejados por Goya con una dinámica y compleja composición distribuida en varios planos.