Suben alegres (D.2)

Los dibujos del Cuaderno D están realizados sobre el mismo papel holandés del Cuaderno B o Cuaderno de Madrid, por lo que tal vez se ejecutaron en las últimas hojas del mismo o puede que alguien suministrara a Goya otro álbum similar desde Andalucía. En este nuevo cuaderno ya no dibuja en el reverso de la hoja, solo en el anverso. Ahora considera cada composición una obra en sí, casi como si se tratara de un cuadro.

Los temas tratados llevan con frecuencia a motivos ya trabajados en los Caprichos (Fran.co Goya y Lucientes, Pintor), como los personajes volantes, las escenas de brujería, las viejas de aspecto sórdido o el empleo de leyendas con la palabra sueño.

Las composiciones son extremadamente sencillas, con unos pocos personajes, a veces solo uno, y los fondos blancos de la hoja de papel. Solo de vez en cuando se aprecia sobre el suelo una sombra proyectada por alguno de los personajes. La idea de Goya era centrarse exclusivamente en ellos para transmitir su complejidad interna. Los resuelve con una gran maestría y precisión en los gestos y expresiones de los rostros. La factura es muy flexible, con un trazo vibrante, que más que contornear las formas lo que transmite es movimiento y emoción.

En el presente dibujo, titulado Suben alegres, vemos como dos personajes flotan por los aires, retorciéndose, y sujetan con las manos unas panderetas. Son dos brujas músicas, con tamboriles, que se marchan volando, riéndose, con las faldas hinchadas por el aire.

Se trata de un dibujo de factura más flexible que los últimos dibujos del Cuaderno B, pues en él desaparece la sequedad en los contornos, dando paso a una vibración en el trazo que le imprime movimiento. Los tejidos en este dibujo son más suaves que en dibujos anteriores.

Gassier lo relaciona por su temática con otro dibujo del Cuaderno D, el titulado Regozijo (D.4).