Sueño de azotes (D.6)

Véase Suben alegres (D.2).

Este dibujo del Cuaderno D o Cuaderno de Brujas y Viejas es de nuevo una escena de complicada interpretación. En este caso vemos a un grupo de personajes que flotan en el aire y, según parece, pegan a una figura central que aparece desnuda. Son tres brujas las que rodean a ese personaje central, que podría tratarse de un fraile. Una de ellas tiene una penca de cuero en la mano y se dispone a pegarle, mientras sus compañeras lo mantienen sujeto envolviéndolo casi en espiral. El personaje masculino destaca por estar prácticamente desnudo, contrastando la blancura de su piel con la oscuridad de los vestidos de ellas. No queda claro si el hombre está muerto o solamente dormido. La luz lo ilumina a él y también la falda de la primera mujer. Las ropas de las otras dos, resueltas con unas pinceladas muy ligeras, dan una lograda sensación de flotación.

Los rostros de las mujeres son caricaturescos, como los que pueden encontrarse en otras obras coetáneas de Goya, como las Pinturas Negras, en las que este representó a personajes de manera casi desfigurada.

El hecho de azotar a un muerto para revivirlo era un rito de hechicería en la tradición popular de la literatura española, pero también tenía connotaciones sexuales, connotaciones que Goya seguramente conocería pues se propagaron gracias al carnaval. El mero hecho de volar también representaría el acto sexual, pues era un recurso utilizado en ese sentido en la literatura española. En consecuencia, la obra sería una dura crítica a la lujuria, tema recurrente en la obra de Goya.

Compositivamente, la pieza se relaciona con otro dibujo del Cuaderno D, el titulado Bajan riñendo (D.j).