Dos grupos de picadores arrollados de seguida por un solo toro

Véase Modo como los antiguos españoles cazaban los toros a caballo en el campo.

Dura escena de lucha entre varios miembros de una cuadrilla y un toro, que ya ha provocado la caída y muerte de dos caballos y ha herido al picador que montaba uno de ellos y está derribando violentamente a otro caballo en primer término, incluido el picador que lo monta. En concreto, podemos ver cómo el toro está clavando un pitón en el estómago del caballo mientras el picador, aún sobre el equino, le clava a su vez la pica al astado. Hay varios peones en la plaza, unos retirando el cuerpo herido del picador caído y otros intentando separar al toro del caballo al que embiste y sujetar al picador que está a punto de caer ayudándole a picar al toro.

La iluminación de la escena es muy dramática porque solamente hay luz en los personajes. El resto de la plaza, tendidos incluidos, está oscurecido. De esta forma, con esos golpes de luz, Goya dirige nuestra atención hacia donde le interesa que miremos. No obstante, en los dos dibujos preparatorios de la estampa la luz está todavía repartida por toda la escena.

A Bagüés este tipo de escenas tumultuosas le recuerdan a los Desastres de la Guerra, mientras que para Lafuente Ferrari la estampa se encuadra entre los grabados que narran lances o incidentes sin precisión histórica y es reflejo de un sentimiento trágico que culminará en la serie de los Toros de Burdeos, en litografías como Bravo toro. Presenta además, a su juicio, un tratamiento muy semejante al de las estampas denominadas “inéditas”, es decir, aquellas que no se llegaron a incluir en la edición oficial de la Tauromaquia.

Glendinning, al igual que en el caso de otras estampas de la serie (nº 18, 19, 24, 26, 28 y 31), interpreta los rostros distorsionados de algunas de las figuras como una crítica hacia quienes participan de una manera u otra en una corrida de toros. Martínez-Novillo por su parte, relaciona el grabado con las estampas de la Tauromaquia y sus extensiones que tratan la suerte de varas y sus incidencias (nº 22, 26, 27, 28 y 32, y B), como la titulada El esforzado Rendón picando un toro, de cuya suerte murió en la plaza de Madrid.

Como ya se ha mencionado, de la presente estampa existen dos dibujos preparatorios, titulados también Dos grupos de picadores arrollados de seguida por un solo toro (dibujo preparatorio 1) y Dos grupos de picadores arrollados de seguida por un solo toro (dibujo preparatorio 2).