Escena alegórica con desnudos masculinos luchando

En esta página del Cuaderno italiano Goya representó una escena con figuras masculinas desnudas a la manera clásica que, por su estilo y técnica y su idea de competición, se relaciona claramente con la de la página anterior del citado cuaderno. Dibujada a pluma con trazo firme y seguro, a la vez que ligero, parece representar una batalla artística de inspiración clásica más violenta que la de la página precedente, la cual permite al artista desplegar un completo estudio anatómico, con especial énfasis en la representación de la musculatura de los personajes, una preocupación que se repite a lo largo del Cuaderno italiano.

La escena está conformada por un abigarrado grupo de personajes masculinos desnudos de potente musculatura. En la parte central, un guerrero de espaldas, que asemeja a un gladiador, se protege con un escudo redondo y empuña lo que aparentemente parece una corta espada con guardamano pero que en realidad, tal y como señaló Manuela B. Mena, es un pincel con un trapo enrollado, dos objetos identificativos de la figura del artista en numerosos autorretratos dieciochescos. Frente al protagonista yace vencido su oponente, de rostro grotesco y representado en un logrado escorzo, un recurso que se repite en otros personajes de la escena, que aparecen de fondo y escoltando al episodio principal. Una tupida red de trazos entrecruzados construye el claroscuro que destaca el reverso del escudo y modela el costado derecho del protagonista, cuya potente musculatura presenta claros ecos del Torso del Belvedere, célebre escultura clásica que Goya copió en el propio Cuaderno italiano (pp. 58, 59 y 61).

Para Mena, la intención de Goya con esta escena sería hacer una dura reflexión sobre las dificultades de la práctica artística, en la que el creador, cual gladiador, se ve expuesto constantemente a los ataques de sus competidores, a la ignorancia del público y a la servidumbre hacia la clientela.  

Cristina Monterde y Raquel Gallego identificaron la grafía que aparece en la parte inferior izquierda de la página como un monograma resultante de la unión de una F y una G mayúsculas, en clara alusión a las iniciales de Francisco de Goya.

La impronta del dibujo se revela de forma intensa en la página siguiente del Cuaderno italiano.