Lo cuelga rabioso (C.130)

Véase Por no trabajar (C.1).

Estamos ante otra escena en la que se representa a un monje colgando el hábito, en este caso, además, literalmente, ya que el hábito lo vemos colgado de unas cuerdas a la izquierda mientras el monje termina de vestirse de civil a la derecha. Al parecer, como confirma la leyenda que acompaña al dibujo, está muy enfadado por tener que dejar el hábito y abandonar su monasterio.

Se crea una pequeña sombra en el suelo, punto oscuro del dibujo al igual que el hábito y parte de la ropa que lleva el monje. El resto de la escena está perfectamente iluminada, hasta tal punto que, incluso, debido a la postura del personaje, vemos su tonsura en la cabeza.

Gassier destaca que Goya realizó un primer esbozo de la cabeza del fraile por encima de la actual, esbozo del que se aprecian algunos trazos.

Este dibujo pertenece a la subserie de trece dibujos sobre la vida monacal (C.119-C.131) que cierra el Cuaderno C, concretamente al subgrupo de seis obras centrado en el abandono del hábito por parte de los miembros de las órdenes religiosas.