También lo dejan estas (C.129)

Véase Por no trabajar (C.1).

Estamos ante otro de los dibujos dedicados al abandono de las órdenes religiosas por parte de sus miembros. Pertenece al subgrupo de seis obras centrado en esa temática que a su vez se integra en la subserie de trece dibujos sobre la vida monacal (C.119-C.131) que cierra el citado Cuaderno C.

De nuevo vemos a monjas dispuestas a colgar sus hábitos, en este caso dos. Una aparece en primer plano y, mientras se despoja del sayo pesado y grande, el capuchón aún cubre su cabeza. Oponiéndose a esa gran masa sombría que es el capuchón, vemos la camisa como una gran mancha clara en medio de la composición. Al fondo, la otra monja, de rodillas, dobla el hábito que acaba de quitarse y parece preparada para dejar el convento.