Loco africano (G.34)

Véase Se hace militar (G.1).

No se ha aportado ninguna explicación a la leyenda Loco africano, escrita por Goya para titular esta escena, que forma parte de la serie de trece dibujos de este álbum que tienen la locura como tema (G.17, G.33-G.41 y G.43-G.45). El dibujo muestra el interior de una celda lóbrega, cuyo ocupante, un enfermo mental, aparece mansamente apoyado en el muro, las manos a la espalda. Tiene una figura corpulenta, cubierta por una especie de camisón cuya blancura se recorta contra el fondo oscuro de la estancia, que se ha acentuado especialmente con lápiz craso. Su aspecto es descuidado, como el de otros locos de esta serie,  barbado y con el cabello crecido. Sin embargo, a diferencia de la agitación y el delirio violento que muestran los personajes de otros dibujos, aquí parece ausente y concentrado en sí mismo, como si aceptara resignadamente su cautiverio. A la estancia se abre una ventana enrejada, a través de la que se adivina una silueta humana, quizá un cuidador o vigilante, ante la que se muestra impasible el protagonista de mirada perdida. En este caso, además, al lápiz litográfico Goya ha añadido unos toques de sanguina en el cuerpo del personaje protagonista, un detalle poco conocido hasta fecha reciente, ya que durante décadas la única referencia visual de este dibujo fue una fotografía incluida en Lafond (1907).