Malos poetas (C.26)

Véase Por no trabajar (C.1).

En la escena vemos a dos personajes. Uno, el principal, está sentado en una silla frailera grande dispuesta de perfil y nos mira de medio lado mientras sostiene entre las manos un libro. Tiene un gesto serio en el rostro, podemos intuir que no tiene dientes y, para López-Rey, su mirada es mojigata. El otro personaje está agachado. Vemos como se asoma por detrás de la silla y nos mira con una sonrisa pícara. El personaje sentado representaría al poeta de sensibilidad empalagosa y el agachado al que se aproxima a los lascivos temas amatorios.

Goya introduce en esta escena algo nuevo dentro del Cuaderno C, pues lo grotesco sobrepasa a lo humano, como antes se había visto en el Cuaderno B o Cuaderno de Madrid o en los Caprichos, pero sin llegar a la caricatura propiamente dicha. Para Gassier, este poeta que vemos sentado en una silla, vestido con ropas anticuadas, recuerda al asno que pasa del Cuaderno B, en concreto del dibujo titulado Máscaras de B… (B.72), al Capricho 39. Asta su Abuelo, a través del dibujo titulado Sueño 26. El Asno Literato. Gassier incide en la pose solemne del poeta, con el gran libro abierto sostenido con las dos manos e incluso el imponente asiento, y describe también al otro personaje, que cree que puede simbolizar la poesía descuidada que se opone al género noble y vacío que representa el primero. Gassier cree que Goya estaría en contra de ambas.