
En el siglo XVIII era costumbre revestir las habitaciones de los palacios europeos con tapices para hacerlas más abrigadas. La Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara se encargaba de proveer a los Reales Sitios de estos valiosos paños, que se diseñaban a medida para decorar estancias concretas.
Goya realizó para los palacios de El Escorial y El Pardo varias series de cartones para tapices. En concreto para el palacio de El Pardo realizaría cartones para el comedor, el dormitorio y el antedormitorio de los príncipes de Asturias, para la pieza de conversación del rey y para el dormitorio de las infantas. Para este palacio, Goya eligió temas costumbristas, con personajes populares, majas y majos. Los tapices estan pensados para colocarse enmarcados con molduras en las paredes, y no de forma aislada, sino formando parte de un conjunto. Un ejemplo de la complejidad de estas producciones puede verse en una de las tapicerías más importantes del palacio; la que representa escenas alegóricas de las estaciones del año, que está compuesta por 12 tapices, entre ellos Las floreras, La era, La vendimia, La nevada, El albañil herido y Los pobres de la fuente.
Foto: ©Carlos Delgado