Lux ex tenebris (C.117)

Véase Por no trabajar (C.1).

Dibujo alegórico de la España constitucional, en el que vemos a una figura femenina radiante, que simboliza la Libertad, la Verdad y la Justicia. Parece que todos esos elementos se combinan en el libro que lleva entre las manos, sin duda la Constitución de 1812. De su cabeza, tocada con una corona de laurel, emana una intensa aureola de luz que ilumina el libro y atraviesa la oscuridad. La luz consigue filtrarse un poco, por lo que podemos intuir así una serie de personajes en la parte inferior del dibujo. Esa luz intensa que emana de la cabeza de la figura femenina es como un nuevo sol sobre España, que sale así del oscurantismo y la opresión. La leyenda que acompaña a la escena, escrita en latín clásico, ha sido moldeada en letras mayúsculas para recordar a las que existen grabadas en los monumentos de la Antigüedad.

Goya utiliza elementos iconográficos propios de la religión tradicional, como son la joven vestida con un vaporoso vestido blanco, que casi parece un ángel, o la sugestión de que esta está transmitiendo una buena nueva a la manera de la anunciación a los pastores. Este personaje femenino presenta unos rasgos similares a los de otra figura femenina alegórica que aparece en tres estampas de los Desastres de la guerra, a saber: Murió la Verdad, Si resucitará? y Esto es lo verdadero.