Idioma universal (sueño 1º)

Entre 1796 y 1797 se fechan una serie de dibujos que conocemos como los Sueños, algunos de los cuales tiene su punto de partida en el Cuaderno B o Álbum de Madrid, en estos Sueños se encuentran definidas con absoluta fidelidad algunas de las estampas definitivas de la serie de los Caprichos. Estos dibujos fueron realizados a pluma y posteriormente transferidos a cobre, como demuestran las huellas de la plancha sobre el papel, sirviendo así de referencia para el posterior grabado al aguafuerte. Todo este proceso sirve de muestra del meticuloso modo de trabajar que tenía Goya a la hora de realizar una serie como los Caprichos, partiendo de una idea esbozada a pinceladas, va depurando y definiendo el dibujo para convertirlo en preparatorio para reproducirlo en las estampas.

Era una práctica común en ese momento utilizar los sueños como un medio para expresar el mundo bajo el velo de la imaginación del artista, sin referencia a la realidad concreta. Asimismo, lejos de representar personajes concretos o situaciones reales, estas estampas se consideran fruto de la originalidad del autor.

Este es el dibujo número 1 de la serie Sueños, que da origen al Capricho 43. El sueño de la razón produce monstruos.

La composición es más simplificada que la del dibujo preparatorio precedente. Para ello elimina la plancha de cobre, la caja de pinturas y los rostros, que nacen de su imaginación, así como el asno y el perro. 

Goya se autorretrata en la misma postura sobre una mesa más sencilla sin ningún útil sobre ella. En su frente lleva escrito el título, y bajo el dibujo se lee una insipción que explica el significado del dibujo.

En la esquina superior izquierda se ve un gran arco de luz que surge de la cabeza del artista, a su lado muciélagos y búhos vuelan en la oscuridad, entre los que sobresale en muerciélago de mayor tamaño con las alas desplegadas. Junto a Goya está el lince que se verá en la estampa aunque no el gato negro. 

Presenta huella de haber sido pasado al cobre.